La monja brasileña Inah Canabarro, reconocida como la persona más anciana del mundo, murió este miércoles a los 116 años. “Soy joven, bonita y amigable, todas cualidades muy buenas y positivas que ustedes también tienen”, solía decir la hermana, mientras irradiaba vitalidad.

La Compañía de Santa Teresa de Jesús, su congregación religiosa, anunció su fallecimiento por causas naturales en Porto Alegre, Brasil. Su sobrino, Cleber Canabarro de 88 años, recordó cómo de niña Inah era tan delgada que pocos creían en su supervivencia.
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“Su larga y significativa vida tocó a muchos, y su legado como educadora devota, hermana religiosa y supercentenaria será recordado con gran admiración”, expresó LongeviQuest, la organización que rastreó su longevidad.

Honrada por el papa Francisco en su cumpleaños número 110, Canabarro es para muchos fieles un faro a seguir. Desde el mencionado medio afirman que la persona más anciana del mundo es ahora Ethel Caterham, una británica que tiene 115 años.