Magdalena Espósito Valenti y su pareja Abigaíl Páez, ambas responsables del asesinato del niño de 5 años en La Pampa, fueron alojadas en diferentes pabellones luego de varias acusaciones de la familia por recibir un trato distintivo y VIP.
Ramón Dupuy, abuelo de Lucio, pidió en muchas ocasiones que las condenadas sean separadas en su lugar de detención. Aseguró que las dos mujeres recibían un trato especial durante el encierro.
El hombre dijo que se encontraban en un “pabellón VIP”, donde antiguamente eran alojadas las mamás con hijos. “Estaban ellas dos solas, custodiadas y salían al patio sin compañía. Tenían televisor, equipo de música, un placar lleno de ropa, hacían actividad al aire libre y tenían talleres”, contó.
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“Todos estos son privilegios que muchos privados de la libertad no tienen, incluso habiendo cometido delitos menores. Estaban como en su propia casa, en una luna de miel”, agregó el abuelo.
La decisión la tomó el Juzgado de Ejecución Penal luego de un pedido formal que hizo la familia de Lucio.
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Las condenadas a prisión perpetua no recibieron para nada bien esta separación y decidieron comenzar una huelga de hambre, a modo de protesta por el cambio y piden que las vuelvan a juntar.
"Es una locura. Ningún detenido del mundo está preso con su pareja", aseguró Ramón.
