Finalmente llegó el día que todo un país esperaba. El lunes tuvo lugar la lectura de la sentencia sobre los ocho rugbiers imputados por el asesinato de Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en Villa Gesell en enero de 2020.
+ MIRÁ MÁS: La reacción de la novia de Fernando Báez Sosa al conocer el fallo contra los rugbiers
El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de Dolores condenó a Máximo Thomsen (23), Ciro Pertossi (22), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23) y Luciano Pertossi (21) a prisión perpetua. Además, Lucas Pertossi (23), Ayrton Viollaz (23), Blas Cinalli (21) fueron condenados a 15 años de prisión.
El Doce estuvo presente en el lugar de los hechos a través de sus enviados especiales, Néstor Ghino, Diego Dellatorre y Mauro Terenzio.
Fue una jornada agitada desde lo periodístico, pero también desde lo emocional, con sensaciones a flor de piel que se fueron evidenciando con el correr de las horas y los acontecimientos.
Poco antes de las 13, los padres de Fernando, Graciela Sosa y Silvino Báez llegaron a los Tribunales y se detuvieron a hablar con la prensa. "Justicia es perpetua", fue el convincente y ya conocido mensaje de la madre del joven asesinado.
+ VIDEO: Los padres de Fernando llegaron a tribunales:
Previo a la llegada de Graciela y Silvino, el abuelo de Lucio Dupuy, Ramón, se presentó en el lugar para acompañar a la familia Báez Sosa, tal como lo había prometido. "Vinimos a acompañar a los padres de Fernando como se lo prometimos el año pasado en el Congreso", expresó en diálogo con El Doce.
Una vez escuchado el veredicto, Máximo Thomsen, uno de los condenados a prisión perpetua, se desmayó. El joven de 23 años se descompensó y debió ser asistido por un médico. En ese entonces, se suspendió la lectura de la sentencia pero luego se reanudó.
Mientras tanto, en el mismo momento en el que Thomsen perdía la compostura, los habitantes de Dolores aprobaban el fallo en diferentes puntos de su ciudad. Los enviados de El Doce pudieron vivir en carne propia las sensaciones de los lugareños en un bar en el que se siguió cada segundo de la sentencia.
Sensaciones
Por más que muchos lugareños se mostraron disconformes con el veredicto que pesa sobre los rugbiers, la mamá de Fernando Báez Sosa expresó su satisfacción ante el fallo. En un mano a mano con Néstor Ghino, en medio del revuelo periodístico mientras abandonaba la audiencia, Graciela dijo: "Se hizo justicia por Fernando, esperamos tres años para esto. Va a descansar en paz".
Por su parte, Silvino Báez también manifestó su conformidad con la sentencia, aunque reparó en los tres rugbiers que recibieron penas de 15 años de prisión. “Estuvo muy bien pero a los otros tres les quedó un poco corta la condena”, enfatizó en referencia a Lucas Pertossi (23), Ayrton Viollaz (23) y Blas Cinalli (21) quienes fueron considerados partícipes secundarios del homicidio.
+ VIDEO: Las palabras del papá de Fernando tras la sentencia:
Llegó el momento de la conferencia de prensa de los Báez Sosa que, una vez más tranquilos, hablaron con los medios para contar sus emociones en el marco de una jornada intensa. "Sonó fuerte cuando dijo perpetua, sentí una emoción al escuchar que me dio un poco de paz en mi corazón", dijo Graciela.
Además, reveló que a partir del fallo "comienza una nueva etapa". "De a poco iremos viendo porque es realmente ahora que comenzaremos a hacer el duelo y tendremos que aprender a convivir con el dolor. Ahora por lo menos puedo sonreír un poco", agregó.
Tanto Graciela como Silvino se refirieron al desmayo de Thomsen. Mientras que la mujer aseguró que le pareció "actuado", el padre de Fernando se mostró más cauto: "Cuando (Máximo Thomsen) escuchó la sentencia se nota que se descompensó. No es joda donde están. Como padre solo puedo decir que esto debería haber sido visto antes de que pasara el asesinato de mi hijo”.
Fue una jornada conmovedora e histórica en partes iguales y El Doce estuvo presente para cubrir el caso que conmovió y tocó las fibras íntimas de todo un país que clamó durante tres años por justicia. Una lección que la sociedad debe aprender para valorar la vida y al prójimo. Y para que nunca más haya un Fernando Báez Sosa.
