Después de una primera presentación que quedó trunca por la lluvia, Shakira se despidió este lunes de Córdoba con su segundo megashow en el estadio Mario Kempes. La cita comenzó a las 21.23 con dos gemas: La fuerte y luego Girl Like Me.
Desde las 18, los fanáticos de La Loba poblaron las tribunas y el campo del máximo coliseo del deporte cordobés para el último show de la gira Las Mujeres Ya No Lloran World Tour.
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Al igual que en el show del domingo, el artista telonero fue Tizishi. Cabe recordar que en la primera noche Shakira irrumpió en el escenario a las 21.45.
En el correr de la tarde del lunes, desde la productora Universo Jiménez ofrecieron entradas de compensación para algunos asistentes a la noche del domingo que mandaron su mail para quejarse por la cancelación del show de la barranquillera.

Desde las inmediaciones del Kempes, la periodista Silvia Pérez Ruiz confirmó que, además de la gente que reclamó vía mail, las personas que asistieron al recital del domingo pueden presentar ese ticket para ingresar a la función de este lunes.
Esta posibilidad se da ya que el expendio de tickets para este segundo show no fue tan masiva como la del anterior. “Se habría vendido menos de la mitad de la capacidad dispuesta del Kempes”, expresó la especialista en espectáculos.
Cuando el reloj marcaba las 21.23, Shakira dio inicio a la ya icónica “Caminata de la Loba” junto a los fans invitados. La colombiana descargó su batería de clásicos ante la embelesada mirada de la multitud, menor que la del día anterior.

“Qué bueno que no llueve”, dijo la estrella pop, para ovación de sus fans, que disfrutaron de un tiempo inmejorable para la presentación estelar de Shak del lunes. “Nunca me olvidaré de lo lindos que han sido conmigo y de que la vida tiene formas de recompensar a uno y esta es una de ellas”, agregó, conmovida.
En el set se destacaron Las de la intuición y Estoy aquí, que fueron coreadas por todo el estadio. En ambos casos con versiones más cercanas a la música electrónica que a la raíz latina.
Párrafo aparte para el despliegue enérgico de la artista, que además de cantar con potencia y afinación, entiende a la perfección el show business y a cada tramo le metió su impronta justa para hacer vibrar a la audiencia: desde su clásico movimiento de caderas hasta un enérgico reveloeo de melena para arengar. Todo acompañado por una banda que sonó aplomada y versátil.

Otro encanto de la artista es la capacidad de manejar la comunicación con su público. A veces con música y si es necesario usa palabras. Así, fiel a su estilo carismático y cercano, La Loba habló y remarcó sus días de disfrute en Córdoba: “Quiero que sepan que he pasado aquí unos días inolvidables en las sierras cordobesas que me han dejado nueva, como nueva”.
Con el correr de los minutos del espectáculo, la organización dispuso la apertura de las puertas de ingreso, de tal manera que la gente que estaba afuera del show pudo entrar, de acuerdo a lo informado por algunos asistentes a ElDoce.tv.
Así el concierto se convirtió en un viaje por su historia musical. Un puente de clásicos que unió a generaciones —QG, Don’t Bother, La Bicicleta y La Tortura fueron parte de una catarata de éxitos que no dejaron un solo rincón del estadio sin cantar. El ritmo subió todavía más cuando llegó Hips Don’t Lie, uno de sus temas más icónicos, y lo hizo acompañada por seis bailarinas que encendieron al público con cada movimiento.
El ambiente se transformó cuando La Loba jugó con diferentes ritmos y estilos, que fueron desde el pop electrónico hasta la salsa de raíz al estilo La Fania, pasando por momentos sumamente rockeros y baladas. Después del festejado hit mundial, continuó con Chantaje y luego con Monotonía, dando lugar a momentos enérgicos que hicieron bailar a los presentes.
Hubo un instante que quedó grabado en la memoria de los presentes. En medio de la euforia, la artista bajó las luces y sonó Día Especial, tema que compartió con Gustavo Cerati y que en las pantallas evocó recuerdos de aquel momento que los unió en 2005. La pausa emotiva fue un respiro lleno de sentimientos, casi como un abrazo compartido entre ella y su público

Para cerrar, el setlist llegó con fuerza. Mientras el estadio ya estaba lleno por la apertura de puertas y vibrando, Shakira cantó Pies Descalzos, siguió con Antología, continuó con Día de enero, La pared, Suerte, Waka Waka, La Loba y cerró con la Sesión 53 que hizo con Bizarrap haciendo del Kempes una gran fiesta rave y dejando a todos coreando y festejando.

Por último la puesta en escena combinó luces precisas, bailarines y pantallas en sincronización perfecta que hicieron de ese show en Córdoba un espectáculo de alto nivel, en el que la música fue la protagonista absoluta. Y un hito que no es menor, la artista colombiana se convirtió en la primera en llenar el Kempes dos veces consecutivas.



