El impresentable escándalo que protagonizó Mauro Icardi el viernes en el Chateau Libertador donde vive Wanda Nara repercutió en todo sentido en su vida. El futbolista tenía que reencontrarse con Francesca e Isabella pero fue al edificio a devolver los perros que las niñas querían llevarse.
La dramática escena en la que hubo gritos, forcejeos y hasta intervención de la Policía hizo que el jugador del Galatasaray se aislara de todo y de todos. Según contó Yanina Latorre en sus historias de Instagram, estuvo “todo el fin de semana deprimido con un amigo”.

Por su parte, el abogado de Nara, Nicolás Payarola, aseguró en Mujeres Argentinas que la bronca de Icardi se desató por la resolución de la Justicia que impedía el contacto de sus hijas con la China Suárez. Es decir que durante los 15 días que tenían que estar son su papá no podían mantener contacto con la modelo.
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“Creo que eso no debe haber generado una sensación de tranquilidad para Mauro”, sostuvo el abogado y añadió: “Probablemente, yo no sea la persona correcta para decir esto, pero nosotros sistemáticamente hace cuatro meses venimos afirmando que es una persona de la que se esperan estas conductas que el viernes se dieron”.