La semana pasada, un momento de maltrato infantil se viralizó en todo el mundo. Ocurrió en una escuela de Florida, en la que la directora le pegó con una tabla de madera en los glúteos a una alumna de apenas seis años, por haber roto una computadora. La madre de la niña estaba en ese momento y el video comenzó a circular por las redes sociales.
Las imágenes impresionaron, pero, en las últimas horas, el caso dio un giro inesperado. De acuerdo a las autoridades escolares, la madre “solicitó que la escuela le diera nalgadas a la niña”, y estas declaraciones fueron consideradas creíbles por parte de los fiscales que llevan la causa.
“Es de notar que las partes editadas del video completo parecen haber sido cortadas y publicadas a los medios de comunicación en diferentes momentos, y han resultado en un relato incompleto y engañoso del incidente para el público”, dijo el fiscal estatal adjunto Abraham R. Thornburg. Al parecer, Melissa Carter, directora de la Escuela Primaria Central, habría coordinado el castigo a la nena con el permiso de la madre.
La mamá dijo que dejó que sucediera porque tenía miedo y lo grabó en secreto. El castigo corporal es legal en Florida, pero el condado de Hendry, donde sucedió, no lo permite.
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Sin embargo, la madre de la alumna declaró que no fue así de consensuado y que no entendió la forma en que castigarían a su hija. Ella dijo la escuela la llamó el 13 de abril para decirle que la niña de 6 años dañó una computadora y que la tarifa sería de $ 50. La madre afirmó que quería pagar el dinero, pero la llevaron a la oficina del director solo con su hija, Carter y Self.
Luego, se dio la situación que aparece en el video. “Sucedió muy rápido. Estaba tan asombrada, tan sorprendida que me quedé congelada por unos momentos cuando ella estaba golpeando a mi hija”, manifestó la mamá.
Por su parte, desde la escuela contaron que fue la madre quien sugirió que la escuela le diera nalgadas a la niña. Self (la otra acusada de la golpiza) dice que ella respondió que podían hacer esto, pero que la madre tendría que ir a la escuela y estar allí cuando ocurrieran las nalgadas si quería que el personal de la escuela lo hiciera.
Ante esto, la Justicia decidió que la agresora no reciba ningún tipo de sanción.
