“Feliz día amor de mi vida. Sos indudablemente la mujer que estoy ciegamente enamorado y a la que quiero para toda mi vida”, escribía Leandro Ferreyra en una de las tantas publicaciones dedicadas a Oriana Rojas, su esposa, en redes sociales.
Los posteos —que aún permanecen visibles— muestran fotos de la pareja desde sus inicios en Córdoba hasta su vida reciente en Alicante, España, donde este martes ocurrió el femicidio seguido de suicidio que conmocionó a todos.

Oriana, de 29 años, y Leandro, de 34, estaban juntos desde 2015. En 2020 se casaron y un año después él la convenció de emigrar. Se instalaron en Alicante, donde en 2023 nació su hijo. Pero la relación comenzó a quebrarse a principios de este año: crecieron las discusiones, se inició un trámite de divorcio y, aunque estaban separados, seguían conviviendo en el departamento del barrio Carolinas Altas.
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En ese mismo hogar, este martes, Ferreyra asesinó a Oriana de siete puñaladas y luego se suicidó ahorcándose en el balcón. El niño de 2 años estaba en la guardería al momento del crimen.
En sus perfiles, el femicida mostraba una vida familiar idealizada. Fotos de la pareja en Córdoba, imágenes de la boda y postales europeas convivían con mensajes de amor hacia Oriana. También se veía su fanatismo por Talleres, el club que a ambos también unía.

Ferreyra había estudiado en un IPEM de barrio Ameghino Sud, en la zona sudoeste de la capital. Ya en España, trabajaba realizando tareas de mantenimiento, mientras que Oriana se desempeñaba en la empresa Necomplus, dedicada a tecnología para medios de pago electrónicos.
En las redes de Oriana, en cambio, el distanciamiento era evidente. En los últimos meses, las publicaciones con Ferreyra desaparecieron casi por completo y, en cambio, predominaban las fotos con su pequeño hijo y mensajes alusivos a su vida en Alicante.

El terrible femicidio se conoció cuando el hermano de la joven recibió un mensaje escalofriante del agresor: “Tu hermana y yo estamos muertos”. Minutos después, el joven, alertada también por la guardería del niño, llegó al departamento y se encontró con la escena.
En principio las autoridades descartaron que hubiera denuncias previas por violencia de género pero continúan recolectando información y aguardan resultados de pericias para concluir la investigación.
Este jueves, el Ayuntamiento de Alicante guardó tres minutos de silencio a las puertas del edificio consistorial en señal de repudio por el femicidio de Oriana. Al homenaje también se sumaron otros municipios de la Comunidad Valenciana.



