Este jueves 19 de junio, Leah Lendel, una niña de 9 años, y sus médicos compartieron un relato escalofriante durante una conferencia de prensa.
Leah había sufrido un ataque de tiburón en las costas de Florida, un suceso que transformó un día de diversión en una lucha por su vida.
Todo comenzó el miércoles 11 de junio, cuando la menor disfrutaba de un día de paseo familiar con helado y esnórquel cerca de Boca Grande. De repente, mientras nadaba con su padre y sus hermanos, un tiburón la atacó.

“Mi mano estaba llena de sangre”, recordó con la voz entrecortada por la emoción, durante la conferencia de prensa.
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La rápida reacción de los presentes fue crucial en el momento del ataque. Personas que se encontraban en una obra en construcción cercana corrieron al escuchar los gritos y aplicaron un torniquete en su brazo, una medida que detuvo la hemorragia y salvó su mano.
La niña fue trasladada de urgencia en helicóptero al Tampa General Hospital, donde un equipo de especialistas la esperaba.

El doctor Alfred Hess, cirujano ortopédico, describió la mordedura como grave pero afortunadamente limpia. “Los dientes son tan afilados que el corte en la muñeca fue limpio, sin desgarros irregulares, lo que nos dejó tejido sano con el que trabajar”, explicó.
Tras una exitosa cirugía reconstructiva, Leah comenzó un largo proceso de rehabilitación.
A pesar del dolor y las dificultades, la niña demostró una fortaleza admirable. “No lo sé”, respondió con sencillez cuando le preguntaron cómo había logrado soportar todo el proceso.