A apenas cinco días de la mayor tragedia aérea de India, siguen apareciendo historias conmocionantes alrededor del vuelo AI-171 de Air India. En las últimas horas habló Owen Jackson, un pasajero que iba a volver a Londres en el avión que cayó a los 30 segundos de despegar y terminó siendo el protagonista de un milagro.
Jackson había reservado el asiento 11A, el mismo en el que viajaba el único sobreviviente, Vishwash Kumar Ramesh, quien salió caminando de los escombros. Días antes del viaje, el hombre cambió su pasaje debido a que tenía cuestiones laborales que resolver en India que aún no había podido terminar.
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“Es un shock”, sostuvo el británico de 31 años que había volado a ese país por trabajo. Su pasaje había sido modificado para el sábado 14 pero no le había contado a nadie. “Estoy más agradecido que cualquier otra cosa, es una coincidencia tan extraña”, comentó a The Sun y siguió: “De vez en cuando se oye hablar de aviones que se caen y realmente no se piensa mucho en ello, pero cuando se trata del avión real en el que potencialmente te vas a subir dos días después, sí te hace pensar”.

Según dijo el hombre, la coincidencia del asiento 11A en el que iba a viajar y del que salió ileso el único sobreviviente le causó aún más conmoción. “Mi principal emoción es que estoy muy agradecido por haber tomado esa decisión en ese momento”, sostuvo.
Familia asustada
Owen Jackson no llegó a avisarle a su familia acerca del cambio de vuelo, por lo que todos los que lo esperaban en Londres creyeron que viajaba en el avión de la tragedia. Además de eso, permaneció las dos horas posteriores al accidente sin responder debido a que estaba en reuniones.
“No revisé mi teléfono durante dos horas desde que sucedió el accidente y se conoció la noticia. Probablemente fui de los últimos en enterarme, curiosamente, porque estaba en reuniones justo cuando todo ocurrió”, contó.
Esas dos horas fueron eternas para su esposa, que pensaba lo peor. “Fue surrealista. Era como estar en un sueño, pero no solo con la esperanza de despertar, sino pellizcando una y otra vez y sin despertar”, reconoció al mismo medio. La mujer trabaja con niños y, según comentó, intentó en todo momento que no se dieran cuenta de lo que estaba sintiendo.
