Beth Martin, una mujer británica de 28 años, viajó de vacaciones a Turquía con su esposo y sus dos hijos pequeños, y murió a los dos días de arribar.
El plan familiar terminó en tragedia y en un misterio internacional: la joven falleció en un hospital local y, al repatriar el cuerpo, descubrieron que le faltaba el corazón.
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Todo ocurrió apenas horas después de llegar a Estambul. Beth se descompensó al poco tiempo de bajar del avión y fue trasladada a un hospital de la capital turca. Dos días después, falleció.
Desde el primer momento su entorno puso en duda la versión oficial del centro médico que la atendió. “Dijeron que hicieron 45 minutos de RCP, pero cualquiera que haya tenido RCP o haya visto RCP sabe lo brutal que es”, declaró una amiga de la víctima.

Y agregó, reafirmando su desconfianza sobre la hipótesis de la muerte: “Cuando vi a Beth en la morgue tenía en el pelo dos trenzas francesas y eran perfectas. No hay manera de que hayan hecho RCP durante 45 minutos, lo sé”.
Impacto y misterio
La familia de la británica sostiene que el cuerpo no presentaba signos de reanimación ni de maniobras médicas intensas. Pero lo más impactante fue lo que descubrieron al llegar a Reino Unido: durante la autopsia se constató que Beth no tenía corazón.
Hasta el momento, las autoridades turcas no brindaron una explicación clara sobre la extracción del órgano ni sobre el motivo exacto del fallecimiento. La causa generó conmoción en la comunidad británica y los allegados de la víctima adelantaron que irán “hasta las últimas consecuencias” para conocer la verdad.
Beth dejó a dos hijos, de 5 y 8 años. Su familia reclama respuestas urgentes y exige una investigación urgente.