La causa de la muerte del papa Francisco fue un ictus cerebral y un colapso cardiovascular irreversible, según el acta de defunción certificado por el director de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, Andrea Arcangeli.
El documento médico indica que el Papa tenía antecedentes de insuficiencia respiratoria aguda en neumonía bilateral multimicrobiana, bronquiectasias múltiples, hipertensión y diabetes de tipo II.
El ictus o accidente cerebrovascular (ACV) ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o reduce, privando al tejido cerebral de oxígeno y nutrientes esenciales.
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Pueden producirse de dos manera, explican los especialistas. Por un lado el infarto cerebral, que se origina por la obstrucción del flujo sanguíneo de una arteria. Por otro lado está la hemorragia o derrame cerebral, provocado por la rotura de una arteria. Este último sería el que afectó a Jorge Bergoglio, de acuerdo al certificado oficial de la Santa Sede.
Algunos síntomas pueden ser de escasa duración. Los más habituales son:
- Pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo (cara, brazo y pierna del mismo lado)
- Dificultad para hablar
- Pérdida de sensibilidad u hormigueos en la mitad del cuerpo
- Pérdida súbita de visión de un ojo
- Dolor de cabeza muy intenso distinto del habitual
La prevención es necesaria a cualquier edad, pero principalmente a partir de los 45 años para identificar posibles factores de riesgo como la diabetes, hipercolesterolemia, tabaquismo, enfermedades cardíacas.