La cuarentena obligó a todos los clubes a cerrar sus puertas y los cordobeses se vieron obligados a cambiar de hábito y practicar deporte en sus casas. En medio de esa complicada situación quedaron los clubes de barrio. Este parate no afecta tanto a las grandes instituciones de la provincia como Talleres, Belgrano o Instituto que tienen más margen para aguantar tiempos difíciles. Sino a los clubes de barrio que dependen casi exclusivamente de la cuota de sus socios para sobrevivir.
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Son los clubes que no tienen únicamente fútbol y ofrecen muchas disciplinas deportivas menos convocantes. Se trata de Juniors, Universitario y Barrio Parque. Estas instituciones están especialmente comprometidas porque, con su principal fuente de ingresos comprometida, deben sostener una gran estructura y una gran cantidad de empleados y profesores.
“Estamos todos los clubes iguales. El pago de los profesores y empleados del club es muy complicado. Necesitamos el apoyo de todos los socios y una ayuda del gobierno para afrontar los gastos”, sostuvo Francisco Aldonza, presidente del Club Barrio Parque. El reclamo de los clubes es unánime. No pueden afrontar los gastos y necesitan ayuda económica de la provincia. Necesitan acceder a créditos que los ayuden a pagar los servicios, el principal gasto en sus economías.
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El titular del Club Universitario contó cómo se adaptaron para sobrevivir a la situación: “Las actividades deportivas están totalmente suspendidas. Todas las disciplinas están trabajando de manera remota por el ingenio y la dedicación de los profesores. Es clave el compromiso de los socios que no dejó de pagar su cuota”.
“Los clubes hacemos una tarea social muy importante y creemos que después de la pandemia va a ser mucho más relevante todavía, por eso necesitamos estar de pie cuando esto termine” sentenció Dante Felauto, presidente de General Paz Juniors.
