Alejandra “Locomotora” Oliveras, una de las grandes campeonas del boxeo argentino, murió este lunes a los 47 años tras no poder recuperarse de un accidente cerebrovascular (ACV) sufrido días atrás. La ex deportista se encontraba internada desde el 14 de julio en el Hospital José María Cullen de Santa Fe, donde fue sometida a una cirugía de urgencia, pero su estado se agravó con el correr de los días.
Aunque nació en El Carmen, Jujuy, su historia tiene un fuerte vínculo con Córdoba. Cuando tenía un año de vida se mudó junto a su familia a Alejandro Roca, en el sur de la provincia. Allí creció, en un entorno humilde, junto a su padre camionero y sus seis hermanos.
En ese pueblo cordobés forjó desde pequeña un carácter fuerte y una voluntad inquebrantable. Realizó changas, manejó tractores, cosechó maní y cortaba el pasto para ayudar en su casa. Años después confesaría que esa infancia de esfuerzo fue clave para convertirse en la luchadora que fue adentro y afuera del ring.
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La Locomotora logró seis títulos mundiales, se convirtió en referente del boxeo femenino y fue inspiración para miles de mujeres. Su vida también estuvo marcada por la violencia de género, una situación de la que logró salir y sobre la que habló abiertamente para ayudar a otras víctimas.
En febrero de 2024, en una entrevista con Seguimos en El Doce, aseguró haber atravesado “por un montón de infiernos”, y advirtió: “Pasé hambre, me cagaron a palos, podría haber estado muerta porque sufrí violencia de género, discriminación en el boxeo, me gorrearon también, pero siempre me levanté y le di para adelante que es lo que tiene que hacer todo el mundo, luchar, para eso vinimos a este mundo”.
+ La entrevista de febrero del año pasado en Seguimos:
Gran parte de su carrera deportiva la tuvo también asociada con Córdoba. Ya radicada en Santa Fe, fundó un gimnasio en Santo Tomé. “A mi gimnasio vienen mujeres golpeadas, les cambiamos la mente y les salvamos la vida todos los días”, expresó al inaugurarlo.
Además de su trayectoria en el boxeo, fue madre de dos hijos, brindó charlas motivacionales por todo el país y se convirtió en una figura querida por su autenticidad.
La Locomotora peleó hasta el final. Su historia, forjada también en tierras cordobesas, seguirá siendo bandera de lucha para muchas mujeres que buscan defenderse, crecer y salir adelante.