El trágico accidente en el que murió Diogo Jota, delantero del Liverpool y su hermano André Silva, comienza a esclarecerse.
La Guardia Civil de Zamora presentó este martes los primeros resultados de la investigación y apuntó que el vehículo en el que viajaban los hermanos, un Lamborghini Huracán, circulaba a una velocidad superior a la permitida.
Según el informe preliminar, el coche deportivo se desplazaba a más de 120 kilómetros por hora por la autopista A-52, en el noroeste de España.
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La calzada tiene un máximo legal de 120 km/h, aunque los peritos señalaron que en condiciones óptimas se puede conducir hasta 140 km/h sin grandes riesgos.
Sin embargo, en este caso, las marcas dejadas por las ruedas sobre el asfalto fueron claves para determinar lo que se considera un “exceso de velocidad elevado”.

El análisis técnico se basó especialmente en la banda de rodadura marcada en la calzada, lo que permitió deducir que el Lamborghini iba a una velocidad superior.
A esto se sumó otro elemento crucial: la falla de uno los neumáticos traseros. Este problema habría provocado la pérdida de control del vehículo.
Cabe destacar que Diogo Jota alquiló el auto en Barcelona días antes del siniestro. En este sentido, los investigadores no descartan que el futbolista no estuviera completamente familiarizado con la potencia del modelo.

Aunque el informe presentado aún no es definitivo. La investigación continúa y, una vez finalizada, será entregada al juzgado de Puebla de Sanabria.