Un niño se acercó a ver a un león que estaba encerrado en su jaula de vidrio en un zoológico de Chiba, Japón.
Una presa perfecta. Cuando el pequeño se da vuelta para hablar con su mamá, el felino se pone en posición de ataque y corre para abalanzarse sobre él.
Sin embargo, se olvidó de que una gruesa cerca de cristal los dividía y se estampó contra ella. El niño, vestido con un pilotín amarillo, se asustó ante el ruido, pero se da vuelta y coloca su mano sobre el vidrio, en su intento inocente para acariciarlo.
Ante su frustrada carnada, el león vuelve al lugar donde estaba. Mirá el video:
