María Leticia Zapata y Matías Leonardo Poberezny iniciaron una campaña solidaria para recolectar dinero por un supuesto tratamiento de cáncer. Compartieron fotos a las redes sociales y hasta un certificado médico en el que detallaba el diagnóstico. Sin embargo, era una verdadera farsa.
La pareja misionera llegó a juntar 400 mil pesos estafando a decenas de personas, que en ningún momento dudaron. Huyeron con el dinero a la ciudad boliviana de Cochabamba. Durante tres meses, los investigadores los buscaron intensamente.
Se dedicaron a limpiar vidrios en los semáforos. Hasta que un dato fue clave para atraparlos: un empresario, que estuvo a punto de ser su próxima víctima, los delató. Al principio inició una relación de confianza, ya que los veía todos los días cada vez que salía de trabajar.
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Zapata y Poberezny le mintieron en el primer minuto, pero con otro cuento: aseguraron que ella era instrumentadora quirúrgica y él abogado y dejaron Argentina por un futuro mejor. Pero eso no fue todo, llegaron a decir que en la frontera les robaron todo.
La trampa llegó a su fin cuando el empresario, que ya les daba comida y hasta les ofreció su galpón para que vivan, averiguó quiénes eran. La herramienta Google le jugó a su favor: en el buscador puso los datos que figuraban en los pasaportes de ambos y como resultado recibió cientos de artículos que alertaban sobre lo que habían hecho en Misiones.
Rápidamente dio aviso a la Policía y a los días Interpol emitió un alerta roja. Quedaron detenidos acusados por los delitos de falsificación de documentos y estafa. Podrían recibir hasta seis años de prisión más agravantes.
