Valentina Márquez pasó por Cuarteteando con la Negra y dejó una entrevista cargada de emociones, reflexiones y risas. La artista habló de su presente musical, su vínculo con Simón Aguirre y también de uno de los procesos más importantes de su vida: la maternidad.
Apenas arrancó la charla, Valentina no ocultó su alegría al verse en cámara y explicó el motivo:“Hay que aplaudirse porque después de ser madre es difícil verse bien un día, es todo un logro”, dijo entre risas. A partir de ahí, la conversación abrió paso a un tema profundo: cómo enfrentó las críticas que recibió durante su embarazo.
Valentina contó que al ser una figura pública está constantemente expuesta a comentarios, y que durante su embarazo muchos se enfocaron en su aspecto físico.“Me costó un montón, sobre todo cuando estaba embarazada. Me decían gorda, que no es normal tener la panza así”, recordó.
Para afrontar ese impacto emocional, la cantante confesó que necesitó apoyo profesional.“Si o si terapia, porque si no me vuelvo loca. Tuve que hacer mucha terapia para entender qué era lo que me tocaba”, expresó.
Hoy, después de recorrer ese camino, asegura que aprendió a tomar distancia de las críticas y a enfocarse en su bienestar.
Entre cariño, responsabilidad y una historia que la marcó
Aunque evita leer comentarios en páginas que no apuntan a su público, Valentina sostuvo que recibe a diario mensajes llenos de amor. Sin embargo, también debe trabajarlos emocionalmente porque siente una enorme responsabilidad con quienes la siguen.“Todavía soy chica, hace poco empecé a cantar, y es mucha responsabilidad sentir que tanta gente te quiere”, reconoció.
La artista recordó una historia que la conmovió profundamente. Una chica le pidió una carta para llevar a la tumba de su mejor amiga, quien había sido fanática de Valentina antes de quitarse la vida.La joven incluso se tatuó el nombre y la firma de la cantante.Ese encuentro la marcó para siempre:Valentina confesó que sintió que debía contenerla y que esa situación fue tan intensa que nunca pudo olvidarla.
Con sinceridad, la cuartetera habló de los desafíos de crecer en un ambiente de exposición, de las presiones que enfrenta y de los aprendizajes que la maternidad le dejó. Una conversación íntima que mostró un costado profundo y humano de una de las voces jóvenes del género.



