Alejandra “Locomotora” Oliveras falleció a los 47 años luego de un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico que había sufrido el pasado 14 de julio. La boxeadora permanecía internada en el Hospital José María Cullen de Santa Fe, donde finalmente nunca logró recuperarse.
Este lunes el primer parte médico había informado que su estado clínico se mantenía estable y el riesgo de vida había disminuido respecto a días anteriores. Sin embargo, el deterioro fue irreversible y el final inevitable.
La ex campeona mundial tuvo un acercamiento con el mundo del cuarteto en el 2014 cuando lanzó un pedido especial al gobernador José Manuel De La Sota y La Mona Jiménez. En aquel entonces, la deportista extendió un mensaje para ambas figuras cordobesas para solicitar ayuda y lograr el objetivo de inscribirse en los récords Guinness.
En una entrevista para La Voz, la Locomotora reveló que estuvo a punto de ingresar por ser la única tetracampeona del mundo, pero no logró concretarse debido a cuestiones económicas. En ese tiempo el monto a abonar era de cuatro mil dólares, suma con la que no contaba en su poder.
El pedido no fue casualidad. Oliveras estaba al tanto del gusto deportivo de los cordobeses y además, en ese tiempo comentó que en su entrenamiento sonaban las canciones de Jiménez.
El legado de una luchadora adentro y afuera del ring
Nacida en El Carmen, Jujuy, el 20 de marzo de 1978, Alejandra Oliveras se convirtió en una de las boxeadoras más destacadas de la historia del país. Con un estilo frontal, temperamental y aguerrido, se ganó el apodo de “Locomotora” y el cariño del público.
Fue campeona mundial en tres categorías diferentes y logró cinco cinturones en total, incluyendo los títulos pluma del CMB, supergallo de la AMB y ligero de la OMB. Su récord profesional fue de 33 triunfos (16 por nocaut), 3 derrotas y 2 empates.
Más allá del deporte, su historia de vida —marcada por la pobreza, la maternidad adolescente y la lucha contra la violencia— la transformó en un símbolo de superación. Fue una figura mediática, incursionó en la política y participó de realities televisivos, donde mostró siempre su carisma y su franqueza sin filtros.
La Locomotora Oliveras peleó hasta el final. Su muerte deja un vacío enorme en el deporte argentino, pero su huella seguirá viva en cada mujer que se anime a luchar, en cada ring que sueñe con otra campeona.