El cuarteto está de luto. En la madrugada de este lunes falleció Rubén “Pirucho” Membribe, reconocido cantante que en sus inicios reemplazó a Carlos “La Mona” Jiménez en el Cuarteto de Oro y desde entonces sostuvo una trayectoria de más de 50 años ligada a la música popular cordobesa.
Pirucho se encontraba internado desde hace meses mientras luchaba contra un cáncer terminal, enfermedad que finalmente le provocó la muerte. En paralelo a su carrera musical, trabajaba en la recolección de basura en Malagueño, la localidad de la que era oriundo.
El casting que le cambió la vida
La historia de Pirucho tuvo un giro en 1993 cuando La Mona Jiménez debió dejar los escenarios por un breve período debido a una intervención por pólipos en la garganta. Para cubrir su ausencia, el Cuarteto de Oro organizó un casting en vivo en el mítico club Alas Argentinas con un llamativo slogan: “Venga y cante como La Mona y gane 500 pesos”.

Esa noche pasaron por el escenario unos 40 aspirantes. Uno de ellos fue Rubén Membribe, recomendado por el acordeonista José Concha. “Se sabía todos los temas de memoria”, contaban los músicos de la época. Lo probaron y quedó. Para su debut, fue a la casa de La Mona a buscar un traje, el mismo que el ídolo había usado en la tapa del disco Si se destapa la olla.

Aunque su paso por el grupo fue breve, ese momento marcó el comienzo de una carrera profesional que lo consagró como Pirucho, un nombre que lo acompañó durante más de cinco décadas por los escenarios del país.
El tema que lo consagró
Uno de los mayores hitos de su carrera fue el tema La de los ojos muertos, que se convirtió en un himno en su repertorio. “Me lo mandaron de Buenos Aires con una guitarra criolla, yo lo reformé”, contó en una entrevista. Tal fue el furor que cada vez que se presentaba en un baile, el público se lo pedía con apodos entrañables como ‘la ciega’ o ‘la que no ve’.

La canción le valió dos discos de oro y miles de copias vendidas. Incluso fue reversionada por Ulises Bueno en su disco Súper 10 en 2010, lo que permitió que una nueva generación conociera el legado de Pirucho.
Hoy, el cuarteto despide a un referente de época, aquel cantante que arrancó su carrera reemplazando a una leyenda y supo forjar su propio camino con carisma, humildad y canciones que siguen sonando en cada rincón de Córdoba.