Este 24 de junio se cumplen 25 años del accidente que le arrebató la vida al Potro Rodrigo, el ídolo popular que llevó el cuarteto a lo más alto y dejó una marca imborrable en Córdoba, el país y el mundo. En el marco de un nuevo aniversario, Cuarteteando salió a las calles para redescubrir los lugares donde su legado sigue latiendo.
La ciudad está salpicada de postales, murales y espacios que reflejan su pasión celeste y su vínculo eterno con Belgrano, club del que fue fanático y socio. Cada rincón guarda una historia, una imagen o una canción continúan más vigente que nunca.
Un Potro en la tribuna
En el estadio Julio César Villagra Rodrigo tiene un lugar privilegiado. Su estatua se encuentra dentro de la cancha, en la platea Cuellar Baja, sentado en una butaca con vista directa al campo de juego. Es una imagen que estremece: como si estuviera ahí, alentando como uno más.
A metros de ese espacio sagrado para los hinchas, ya en el exterior del estadio, se encuentra el mural “Pirata eterno”, pintado en 2021 por el artista Mauricio Dopazo. La obra fusiona el arte callejero con el sentimiento popular, y cada trazo rinde homenaje a un artista que vivió con intensidad.
+VIDEO: El legado del Potro en las calles de Córdoba

Murales, casa y reliquias
El recorrido junto a la Negra Ludueña continuó por barrio Argüello, donde sobre la calle Tomás Garzón al 7900, la fachada de la que fue su casa familiar se convierte en otra parada obligatoria. Allí vivió Rodrigo junto a Betty Olave, Ulises y toda su familia. Sobre una de las tapias se aprecia la leyenda “Pirata de los Buenos”, escrita sobre fondo celeste. Es más que un mural: es parte de la historia.
Ya por el lado de la Costanera, entre Hualfin y Neuquén, se alza otro de los espacios más simbólicos: “la casa de los Vilta”, convertida en un museo popular. En su interior se guardan trajes, pósters, fotos, camisetas y cientos de reliquias, un espacio que además se transformó en clásico para las previas de los partidos del Pirata. Para muchos hinchas, es una parada religiosa para recordar y brindar por el Potro antes de cada encuentro.
En el corazón de Nueva Córdoba
La última postal del recorrido está en la explanada del Paseo del Buen Pastor, donde una estatua lo retrata de pie, micrófono en mano, con la energía que siempre transmitió en cada show. Fue realizada por el escultor Fernando Pugliese, y desde allí, parece seguir cantando para los estudiantes que se acercan a pasar el rato ante su imponente figura.
Rodrigo no solo fue un fenómeno musical: fue identidad, fue barrio, fue pasión. A 25 años de su partida, Cuarteteando realizó un mapa ideal para aquellos turistas que llegan a La Docta y buscan conocer algunos de los puntos donde realza la figura del Potro. También para los locales, quienes tienen la posibilidad día a día para rememomar su figura.