El pasado 1 de mayo, Magui Olave le hizo honor al Día del Trabajador presentándose en el Festival Nacional de Cuarteto junto a otros colegas del tunga tunga. Al bajarse del escenario, la cantante conversó con Cuarteteando y recordó sobre sus antiguos trabajos antes de dar un gran salto en su carrera musical.
+MIRÁ MÁS:
La Voz femenina del cuarteto sorprendió con algunas labores que hizo en su pasado como ser vendedora de jugos y planchar las camisas de su primo Ulises, a lo que Betty Olave le pagaba con 15 pesos por cada una. Pero el primer trabajo que la artista tuvo vino por una histórica herencia familiar.
Los “Olave” son reconocidos en Córdoba por su música pero también por su vocación vendiendo y repartiendo diarios. Rodrigo Bueno durante su carrera siempre expresó con orgullo que era un “canillita por oficio y obligación”. También su primo Juan Carlos Olave, arquero e ídolo de Belgrano de Córdoba, en paralelo a su trabajo como deportista seguía trabajando en el negocio de la familia.
En la entrevista, Magui recordó su pasado ejerciendo como canillita y comentó cómo lo desarrollaba al mismo tiempo que iniciaba en la música. “Con Ulises ya habíamos largado con la banda, hacíamos unos clásicos y de ahí nos íbamos a abrir el kiosko a las 5 de la mañana. Hacíamos el reparto y de ahí nos quedabamos adentro para vender el diario”, relató la cuartetera.
Además la entrevistada expresó con emoción el sentimiento que heredó de su familia y lo que significa para ellos continuar con la tradición. “Somos una familia de vendedores de diarios, de canillitas que siempre lo hizo con mucho orgullo, y seguimos con el legado nosotros también”, declaró.