Hoy Nicolás Drucaroff es conocido por su trabajo con hongos, pero antes de llegar a eso atravesó un episodio que le marcó la vida. En 2011, mientras trabajaba en una sesión de fotos en una grúa, en un predio comercial a las afueras de Mar del Plata, sufrió una descarga eléctrica de un rayo.
La electricidad lo atravesó por completo y cayó sin reacción. El impacto fue inmediato y quienes estaban cerca escucharon un estallido. Cuando lograron bajarlo, ya no tenía signos vitales. En ese momento apareció, de manera inesperada, Rubén Seibel, un enfermero que pasaba por el lugar y que llevaba un desfibrilador en su auto.
+ VIDEO: El testimonio del reconocido cultivador de hongos gourmet

El hombre frenó, bajó y comenzó a reanimarlo. Tras varios intentos fallidos y cuando parecía que ya no había nada por hacer, insistió una vez más. Después de más de diez minutos, Nicolás volvió a respirar. “Pensaron que ya no había chances, pero lo intentaron otra vez y reaccioné”, recordó en Telenoche (El Trece).
+ MIRÁ MÁS: Denuncian que una madre se robó $11 millones de una fiesta de egresados en Córdoba
La recuperación fue larga y difícil. Pasó casi tres meses internado en terapia intensiva y los médicos decidieron inducirlo a un coma para que su cuerpo pudiera soportar las lesiones. Recién semanas más tarde logró regresar a su casa y empezar, de a poco, a reconstruirse.
Ese regreso también fue un punto de quiebre. Con el tiempo, y ya durante la pandemia, sin trabajos y con su estudio vacío, comenzó a explorar el universo de los hongos. Cambió la cámara por el microscopio y armó un pequeño laboratorio en su mesa de trabajo. Así nació “Funginista”, un proyecto dedicado al cultivo de hongos gourmet y medicinales, con el que hoy busca acercar ese mundo a más personas de manera simple y accesible.



