A más de un año del macabro hallazgo en barrio Villa Camiares de Alta Gracia, la madre imputada por asesinar a sus dos hijos con discapacidad y convivir con los cadáveres durante tiempo fue sobreseída.
El caso había iniciado tras el hallazgo ocurrido el 22 de abril de 2024, cuando familiares alertaron a la Policía sobre la situación en la casa de la mujer. Allí encontraron muertos a los adolescentes de 15 y 17 años, ambos con severas discapacidades.
El fallo
El juez Claudio Lasso consideró que la conducta de la mujer fue atípica. La resolución tuvo en cuenta su salud mental, el contexto de vida y el vínculo de cuidado extremo que la madre sostuvo durante toda la vida de los jóvenes, quienes dependían absolutamente de terceros para sobrevivir.
También se evaluó el progresivo deterioro emocional y psicótico que atravesó la mujer. Un contexto de aislamiento, sobrecarga y sin redes de apoyo se combinó con un fanatismo religioso de la madre, que oía voces y argumentaba que el padre de los niños tenía el “demonio adentro”. Por eso, consta en el fallo, el hombre se alejó de la mujer aunque habría seguido brindando apoyo económico.
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En ese contexto el juez Lasso concluyó que la conducta atribuida era atípica, ya que la mujer no contaba con “posibilidades reales y concretas” de evitar el resultado, debido a su estado psicótico, la ausencia de apoyos y la carga absoluta del cuidado de dos personas con discapacidad severa.
También remarcó que el análisis penal debía contemplar el contexto estructural de género y la falta de políticas de cuidado. Además, aclaró que no correspondía aplicar una medida de seguridad, dado que la mujer ya no se encontraba internada y continuaba un tratamiento voluntario.
Cómo murieron las víctimas
En el fallo se aclara que no se pudo determinar fehacientemente la causa de la muerte de los hijos.
Sin embargo, se confirma que la madre “padecía signos de sintomatología compatible con Trastorno Psicótico” y que “habría decidido, con motivo de sus ideas delirantes de tipo místicas y agresividad contenida por momentos, interceptada por alucinaciones, referencias de antecedentes de alucinaciones auditivas, debido a la psicosis que presentaba, dejar de brindar la asistencia de comida y líquidos a sus dos hijos”.
Los dos menores “estimativamente no podían subsistir sin ingerir agua más de 5 días, y sin alimentación calórica no más de un mes”.
Esa actitud hizo que el hijo de 17 años muriera aproximadamente entre el mes de noviembre de 2023 y enero de 2024, mientras que la otra muerte se fechó en “febrero de 2024″.



