Brenda Gázquez, de 28 años, se quitó la vida el domingo a la madrugada en su casa del barrio Las Palmas, en Córdoba. La joven había denunciado más de 28 veces haber sido víctima de abuso sexual y acoso, pero su familia asegura que nunca recibió protección ni respuestas judiciales.
Su hermana, Jéssica Gázquez, habló este jueves en El Show del Lagarto y apuntó directamente contra el accionar de la Justicia. “Mi hermana no pudo superar lo que vivió y tomó la peor decisión, pero no la juzgo porque vi su sufrimiento todos los días. Tenía ataques de pánico, hacía un año que no salía a la calle. La amenazaban con matarla a ella y a toda la familia”, relató entre lágrimas.
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La mujer -que ya había hablando con El Show del Lagarto en 2022, relató que el calvario de Brenda comenzó en 2018, cuando habría sufrido la violación por parte de un grupo de hombres. Desde entonces, vivía amenazada y con miedo. “La violaron y la Justicia no hizo nada. La fiscal Chirilo que estaba en ese momento se lavó las manos y la trató como lo peor. Le pegaron en la puerta de mi casa, nos prendieron fuego la casa, golpearon y manosearon a mi mamá”, denunció su hermana.
Y siguió: “Una chica la entregó para que la violaran. Le dejaron daños físicos y psicológicos, al punto de que tenía miedo de vivir. La agarraron, le pusieron un arma en la boca y le decían que la iban a matar”. “Ella decía: ‘O me quito la vida yo o me la quitan ellos’”, dijo con dolor.
Sin respuesta
Brenda contaba con botón antipánico y el sistema de monitoreo dual para casos de alto riesgo, pero, según su familia, los controles no funcionaban. “El día que murió mandaron 20 móviles. Cuando ella los llamaba porque el sistema marcaba que los tipos estaban cerca, nunca venían”, subrayó y añadió: “Hace poco la llamaron de Tribunales II y la trataron re mal, como si ella fuera la culpable”.
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Según dijo Jéssica, su hermana soñaba con tener una familia y rehacer su vida, pero el miedo la había aislado por completo. “Se alejó del mundo y se encerró en cuatro paredes. Decía que soñaba con ser mamá, con casarse, pero ya no quería vivir. Le arruinaron la vida”, expresó.
La familia pide ahora que se reabra la causa y que los responsables de los abusos, las amenazas y el hostigamiento vayan presos. “Como familia hicimos todo lo posible, pero el pánico la consumió. Nadie la ayudó. Queremos justicia”, concluyó.




