Julieta Silva, la mujer que en 2017 fue condenada por atropellar y matar a su ex pareja rugbier Genaro Fortunato en San Rafael, Mendoza, está nuevamente en un problema judicial. En las últimas horas fue detenida luego de que su actual esposo, Lucas Giménez, la denunciara por haberlo golpeado.
Tras el arresto, Silva habló públicamente y dio su versión de lo ocurrido. “No pasó más que una discusión, pero mi nombre pesa. Solo eso voy a decir”, declaró en diálogo con Mediodía Noticias, por eltrece.
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Lo curioso es que la mujer evitó dar detalles sobre las lesiones que presentó su marido, como rasguños e hinchazones confirmadas por la investigación médica.

Silva fue acusada por el delito de “lesiones leves agravadas por el vínculo”, y la Justicia le dictó prisión domiciliaria con tobillera electrónica. Cumple la medida en su casa de San Rafael, donde reside.
En cuanto a la denuncia que ella misma había realizado ante la Unidad Fiscal de Violencia de Género, no explicó públicamente los motivos de esa presentación.
Su situación volvió a generar conmoción, especialmente por los antecedentes que pesan sobre ella: en 2017, fue sentenciada a 3 años y 9 meses de prisión por homicidio culposo agravado, tras embestir con su auto a Fortunato, quien fue su pareja.