La localidad de La Cumbre vive horas de profunda preocupación ante la misteriosa desaparición de Germán Alejandro García, un hombre de 52 años que trabajaba como casero en un chalet de barrio Alto Albeicha. Desde hace más de una semana nadie tiene noticias sobre su paradero y, a pesar de los intensos rastrillajes, no hay pistas firmes que expliquen qué pasó.
Según contó su hermana, Agustina García, la última vez que se lo vio fue el martes 15 de julio, cuando bajó al pueblo como solía hacerlo para visitar a su familia, tomar un café y hacer compras en el supermercado. Su última conexión de WhatsApp fue el miércoles 16 a las 13:42. Desde entonces, el silencio fue total.
El jueves 17, Germán debía presentarse en la terminal de ómnibus para buscar a la dueña del chalet, pero nunca apareció. Fue ella quien descubrió que la cabaña estaba perfectamente ordenada, sin signos de violencia, y con su moto y las llaves en su lugar.
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La escena se volvió aún más inquietante al día siguiente, cuando campo adentro apareció una bolsa de basura que contenía ropa, tarjetas bancarias cortadas y un ticket de supermercado correspondiente a la compra que había realizado el martes. La mercadería también estaba en la vivienda, prolijamente guardada. “Nos tiene a ciegas, no hay indicios de nada”, expresó con angustia su hermana en diálogo con ElDoce.tv.

Germán, de contextura delgada, 1,58 metros de altura, casi calvo y con barba, llevaba una vida solitaria pero rutinaria. Había vivido varios años en La Rioja, donde residen sus dos hijos. Con uno de ellos se comunicó por última vez el martes, antes de desaparecer. En ese intercambio, incluso le transfirió dinero.
Sin rastros en los operativos
Este viernes continuaron los operativos de búsqueda coordinados por bomberos, canes, Defensa Civil y Patrulla Rural. Las tareas se concentraron especialmente en la zona del dique San Jerónimo, donde trabajaron buzos, pero sin resultados concretos hasta el momento.

Durante toda la semana, hubo rastrillajes en zonas agrestes y caminos alternativos, en terrenos con espinillos y senderos complicados. Sin embargo, el caso sigue rodeado de incógnitas: en el lugar no hay huellas de vehículos y no hay testigos que hayan visto a Germán después de su última conexión.
La familia mantiene la esperanza, pero la incertidumbre crece con el paso de los días. Germán sigue desaparecido y, por ahora, la causa es un verdadero misterio. Todo está en manos de la Fiscalía de Cosquín.
