Catalina Gutiérrez trascendió fronteras y su mamá Eleonora Vollenweider no tiene ninguna duda de eso. El caso conmovió, generó empatía y movió las fibras más internas de los cordobeses y también de más allá. Sin embargo, hay un límite que no pensó que pasaría jamás: el de la cárcel de Bouwer, ese lugar en el que el femicida de su hija cumple la condena a perpetua.
Vollenweider relató que el día en que se inauguró la Plaza Catalina, construida por sus amigas y su novio en la Facultad de Arquitectura, una joven se acercó a su hija Lucía y le entregó una carta. “Le dijo ‘esta carta te la manda mi papá a tu familia”, contó y siguió: “La carta es de un preso que asesinó a otra persona, está condenado por homicidio”. “No te puedo explicar lo que es esa carta, estaba muy conmovido”, expresó aún en shock al recordarla.
+ VIDEO: la carta que un preso le envió a la familia de Catalina:

Según comentó, en las cuatro hojas de papel que escribió a mano les dijo que “el caso de Catalina llegó a Bouwer y nadie puede creer esa injusticia que hicieron con ella”. “No podemos creer que una persona tan mala pueda haber hecho tanto daño”, contó que decía y añadió: “Él lo dice después de reconocer que hizo algo similar con otra mujer”.
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Eleonora también expresó que en Bouwer los presos le rezan a Catalina para que “a través de su luz proteja a sus hijos y a sus hijas”, según lo que le dijo el condenado. “Trascendió fronteras que jamás pensamos”, concluyó.
