La Justicia neuquina impulsa la investigación por presunta mala praxis en el caso de Alison Calfunao, la mujer de 30 años que fue internada para una ligadura de trompas y terminó atravesando una pesadilla médica: sufrió dos paros cardíacos, debieron amputarle una pierna y finalmente recibió un trasplante de corazón de urgencia.
A raíz de la denuncia presentada por su esposo, la Fiscalía de Delitos contra las Personas solicitó las historias clínicas completas de Alison a los sanatorios donde estuvo internada: la Clínica San Agustín y la Clínica San Lucas de Neuquén, además del Hospital Italiano de Buenos Aires, donde finalmente fue operada con éxito el pasado 17 de junio.
Son las primeras medidas dispuestas por las autoridades judiciales en medio del reclamo de la familia de la víctima. “El silencio duele tanto como la herida. Ese día, mi hija murió“, consideró la madre de la joven que permanece internada en Capital Federal.
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“Yo lo único que quiero es justicia para Alison y que nada se oculte. Quiero es que me expliquen qué le hicieron a Alison, que pasó dentro de ese quirófano, que hicieron esos médicos”, insistió Carina Calfunao en diálogo con Río Negro Radio.
La cirugía de ligadura de trompas era un procedimiento programado y de baja complejidad. Pero algo salió mal durante la intervención. Según la familia, la joven no tenía antecedentes médicos de gravedad y había ingresado en buen estado de salud.

Sin embargo, terminó en terapia intensiva tras dos paros cardíacos. Por la gravedad del cuadro, fue derivada a Buenos Aires, donde además le amputaron una pierna por una necrosis provocada por falta de circulación.
Ahora la fiscalía busca determinar si hubo fallas médicas en la atención y si las consecuencias que sufrió Alison pudieron evitarse.