Este miércoles, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires condenó a prisión perpetua a Guillermo Berjeli.
El hombre de 47 años envenenó y mató a su pareja Roberto Alfonso Aquiles Guzmán Jaque, de 58años, mediante la manipulación de sueros durante su periodo de internación en un sanatorio de Recoleta.
La investigación determinó que el móvil fue económico: Berjeli habría manipulado los sueros del paciente con el fin de provocarle la muerte y así quedarse con una herencia estimada en 300 mil dólares.
Durante el juicio el podólogo confesó que utilizo una solución para limpiar lentes de contacto, la cual había sido bendecida por un cura. Aún así negó haberlo hecho con intención de matar.
Si bien no se pudo realizar la autopsia de la víctima porque lo cremaron poco después del fallecimiento, fueron clave los análisis de sangre y de orina realizados durante la internación para dar con la sustancia no autorizada por el personal médico.
“No se me ocurriría matar a nadie, ni siquiera a un animal”, dijo en su defensa. La versión fue desestimada por el tribunal, que consideró que actuó con plena conciencia y motivado por el interés económico.