“El 25 de mayo de 1810 fue una tragedia para Córdoba, no había nada que festejar”, asevera sin medias tintas el historiador cordobés Prudencio Bustos Argañaraz. “Es como si la Legislatura de Buenos Aires destituyera al presidente de la Nación y nombrara una junta para que gobierne a todo el país y a las provincias que no lo aceptan le manden un ejército de ocupación”, agrega.
El argumento se basa en la decisión de la primera junta de someter a las provincias que no se alinearon con el primer gobierno patrio. “A las personas que no se sometían las fusilaban. El problema es que Santiago de Liniers no contaba con un ejército acorde para combatirlo”, reflexiona.
+ MIRÁ MÁS: Cuánto sale hacer un locro para 10 personas para el 25 de Mayo
Bustos Argañaraz define a la Revolución de Mayo como el principio de dominación de Buenos Aires al resto del país. Según su punto de vista, a partir de ese momento se inventaron varios mitos inculcados desde la escuela para reforzar idea de que la Patria nació el 25 de mayo.
“Todos los miembros de la Junta se arrodillaron y juraron fidelidad a Fernando VII. Hubo una serie de mentiras con las que quisieron justificar ese afán de dominación. Las consecuencias son muchas, la peor de todas es el centralismo que hasta hoy padecemos”, lamenta.
+ VIDEO: el testimonio de Prudencio Bustos Argañaraz:

Un “porteñocentrismo” que perdura hoy
Prudencio Bustos Argañaraz sostiene que en materia de federalismo estamos “muy mal”. Según él, la reforma constitucional de 1994 perjudicó a las provincias y les quitó el privilegio de cobrar impuestos de manera exclusiva. “Sin federalismo fiscal, el federalismo es una quimera, sin plata, no existe”, advierte.
“Yo personalmente no celebro el 25 de mayo. No creo que en 1810 haya nacido la Patria. Yo no lo celebro, pero quien quiera hacerlo merece todo mi respeto”, concluye el historiador.
Más allá de coincidir o no con su punto de vista, resulta interesante reflexionar sobre la falta de federalismo que vive hoy la Argentina y los motivos detrás del uso del término el “Interior” cuando en realidad deberíamos evocar a las provincias con nombre y apellido.