El derrumbe del bar por el desprendimiento del edificio María Reina dejó una víctima fatal pero hay varias personas desamparadas producto del desastre. Por un lado, las personas que vivían en la casa ubicada encima del local gastronómico y por otro, los propios empleados de Posto.
Lo que están atravesando es preocupante. Alvar Liendo es el abogado de Santiago, el cocinero del bar, y explicó a ElDoce.tv que su cliente y los otros cinco trabajadores sobrevivientes “no estaban registrados”. Por lo tanto, ninguno de ellos cuenta con obra social y ART y no hay quién responda por su atención médica.
+ MIRÁ MÁS: Una última charla que no fue: el dolor de la mamá del joven fallecido en el derrumbe
A eso se le suma que se quedaron sin trabajo. “En el caso de mi cliente, es el único ingreso que tiene y está con tratamiento físico y psicológico”, sostuvo Liendo. Según dijo, los tres socios dueños de Posto les dijeron que podrán abonarles “algo cuando cobre el seguro”.
En ese sentido, el abogado añadió sobre los trabajadores: “Entienden que el derrumbe no tiene nada que ver con el bar pero la precariedad laboral hace que ellos sean parte del grupo de víctimas”. “Esperaban otra actitud”, remarcó.

Sobrevivir a la tragedia
Santiago se salvó del derrumbe porque estaba en la cocina pero el temor que vivió lo marcó. De acuerdo a lo que comentó su abogado, el joven estaba trabajando con otros compañeros en el sector cuando escucharon un primer estruendo.
“No sabían que era, al principio creyeron que fue un matafuego porque había polvillo blanco”, explicó el letrado y aclaró que no fue un solo desmembramiento, sino que fueron al menos cuatro. En ese momento se refugiaron en la cocina pero notaron que el techo “se empezó a hundir y corrían riesgo que los instrumentos con gas que podían explotar”.

Liendo también contó que el cocinero le dijo que de repente un cliente entró a la cocina buscando una salida de emergencias pero le explicaron que no había. “El cliente que entró les salvó la vida porque demoraron al decirle que por ahí no se podía salir”, sostuvo y añadió: “Y el mismo cliente se salvó porque donde cayeron los escombros fue donde estaba el hombre antes”.
Al cocinero le cayó parte de los escombros en una pierna pero pudo salir por sus propios medios con los otros empleados, a excepción de la cajera. “Hay momentos que no se acuerda, no sabe cuánto tiempo duró entre que sintió el ruido hasta que pudo salir”, cerró Liendo.