Casi 8 mil armas de fuego que estaban en manos de la Justicia fueron destruidas en Córdoba. Se trata de 7.982 pistolas, revólveres, escopetas y otros tipos de armamento que habían sido incautados por la Policía en distintos procedimientos a lo largo de la provincia.
El operativo fue organizado por el Ministerio de Seguridad y tuvo el aval del Tribunal Superior de Justicia. Según explicaron, las armas ya habían sido peritadas en las causas correspondientes y no era necesario conservarlas como prueba. Por eso, se ordenó su eliminación definitiva.
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El ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, estuvo presente durante la jornada en que se trasladó todo el material desde Tribunales II hasta una planta de fundición, donde se destruyeron en un horno especial. De acuerdo con datos oficiales, el 90 por ciento de estas armas todavía funcionaban.
La mayoría habían sido secuestradas en causas graves como homicidios, robos violentos, casos de violencia de género o enfrentamientos armados. También había armas recogidas en operativos preventivos, es decir, antes de que ocurriera un delito.

Para garantizar la seguridad del traslado, se montó un importante operativo con personal de distintas áreas: la división de Investigaciones Criminales, grupos tácticos, patrullas motorizadas, Policía Caminera e incluso efectivos del Ejército.
“Estas armas estaban listas para usarse y muchas veces son las que terminan en manos de delincuentes. Por eso es tan importante este paso: sacarlas definitivamente de circulación”, dijo el ministro Quinteros. Además, destacó que los secuestros de armas son constantes y reflejan un problema serio que sigue presente en la provincia.