“A veces hay que insistir y desafiar”. Con esta breve frase Alberto Saal, el geólogo cordobés que descubrió agua en la luna, da cuenta de su asombroso compromiso con la ciencia.
Saal causó asombro en la comunidad científica cuando, años atrás descubrió junto con su equipo de la Universidad de Brown la presencia de hidrógeno en las rocas lunares. De esta manera comprobaron que existe una misma huella química tanto en el cuerpo celeste como en el manto terrestre.
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“Estábamos trabajando con rocas volcánicas terrestres cuando nos preguntamos porque no analizamos en la luna lo mismo que hacíamos en la tierra”, contó el científico.
“Había gente que decía que era un gasto de esfuerzo, insistimos por varios años y cuando tuvimos las muestras demostramos que tenia hidrógeno y cambió la forma de pensar de como se había formado la luna. Fue una revolución”, agregó con entusiasmo.
En esta línea, relató que su equipo tuvo que esperar más de tres años para que le pudieran dar acceso a las rocas lunares que habían sido traídas a nuestro planeta entre los años 1969 a 1972 por la Misión Apolo.

Hoy en día Saal ha sido distinguido al ser nombrado miembro de la academia de ciencia de los Estados Unidos. A pesar de este gran honor, el geólogo tomó su nombramiento con gran humildad.
“Si sale algo bien uno está contento pero los honores son secundarios. Es más la alegría para la familia y los amigos. La realidad es que es mi trabajo”, cerró.