Santiago Aguilera fue secuestrado y asesinado en agosto de 2022 en Villa Dolores. Dos de los acusados, Walter Ezequiel Gil (24) y Julio César Ramírez (33), empezaron a ser juzgados este lunes por el Tribunal Oral Federal N° 3 de Córdoba.
En medio de los conmovedores testimonios de los familiares de la víctima, en el primer día del juicio se advirtió sobre la existencia de una plata de un seguro que el joven de 18 años estaba por cobrar, elemento que podría haber motivado el interés de los delincuentes.
A su vez el padre de Santiago, Carlos Aguilera, expuso el recorrido que hizo Gil con su auto la noche del 16 de agosto de 2022, luego de pasar a buscar a su hijo en inmediaciones del paraje Chuchiras. También reveló el “ritual pagano” que encontraron en una casa a la que llegaron con su hija por un dato obtenido en la calle.
Por momentos quebrado y en llanto, Aguilera reiteró sus cuestionamientos a la investigación de la Justicia Federal y apuntó en particular contra el fiscal Enrique Senestrari a quien semanas atrás denunció penalmente. “No lo buscó como un secuestrado”, enfatizó.
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De saco, sentado a casi un metro, lo escuchaba Gil, el joven al que había contratado en su corralón tres meses antes del crimen de Santiago. Lo había incorporado para que manejara un camión de reparto. El imputado permaneció casi toda la audiencia con la cabeza gacha y apenas desvió la mirada un instante hacia el público. En un movimiento de brazo se le pudo ver su mano izquierda tatuada. En la apertura del juicio optó por el silencio.
Tampoco declaró el otro acusado, Ramírez, quien presenta una discapacidad auditiva y en varios pasajes el defensor oficial Jorge Perano tuvo que ayudarlo para comprender las preguntas que se le formulaban.
+ VIDEO: la asistencia a uno de los imputados por su discapacidad:

En la sala de audiencia de ratos irrumpía el grito con el reclamo de justicia de los allegados a la familia Aguilera que permanecían en la calle, teniendo cuenta la capacidad limitada del recinto judicial situado en barrio Cofico.
El tribunal es presidido por la doctora Cristina Giordano, acompañada por los vocales Facundo Zapiola y José Quiroga Uriburo. En tanto que el fiscal general Carlos Gonella y el auxiliar Gustavo Yofre representan al Ministerio Público Fiscal.
Plata de un seguro
Aguilera habló de un “hostigamiento” de Gil hacia su hijo Santiago. También comentó que luego de la detención del imputado se enteró que había estado preguntando por su capacidad económica y los bienes que tenía en el corralón.
La plata de un seguro podría ser clave en el caso. Por un lado el joven asesinado esperaba una compensación económica por un accidente que había tenido en moto. Tanto su papá como su mamá, Mónica Allende, declararon que notaron a la víctima preocupada por contar con el dinero.

Por otro lado, Carlos relató que estaba en trámite con una aseguradora por un choque protagonizado por Gil con una camioneta de la empresa. El dato tomó mayor relevancia si se tiene en cuenta que en el mensaje extorsivo que recibió la familia mencionaban esa gestión.
“Los tenemos bien vigilados sabemos que hacen donde y con quien están ayer por ejemplo estaban hablando con una aseguradora tengo pinchado cada uno de sus celulares cualquier error y lo mato” (sic), es el texto que recibió la madre de Santiago el 17 de agosto a la mañana, cuando le dijeron que tenían a su hijo secuestrado.
Carlos admitió que al principio pensaba que había alguna tarea de “inteligencia” detrás pero con el arresto de Gil cayó en la cuenta que era una de las pocas personas que estaba al tanto del trámite con el seguro.
Recorrido del sospechoso
Las cámaras de seguridad mostraron que Gil pasó a buscar a Santiago en su Peugeot 405. Lo abordó en cercanías del paraje Chuchiras y luego se dirigió en dirección hacia Villa Dolores pero sin utilizar la ruta principal.
“Los que andan en algo turbio van por ese camino”, aseguró el padre de la víctima al señalar que evitaron la vía por la que suele haber controles policiales.

El vehículo no llegó a ingresar al centro de Dolores sino que unos metros antes desvió hacia el norte y entró al barrio San Pablo. Cerca de ese sector, en una cantera abandonada próxima a Boca del Río, encontraron asesinado a Santiago el domingo 21 de agosto a la mañana.
El padre de Santiago insistió en que “sólo alguien que conoce” puede entrar por “ese camino que te destruye el vehículo”.
“Ritual pagano”
En los primeros días de búsqueda la familia Aguilera tuvo que mantenerse aislada en su casa por indicación de la fiscalía. Cuando el sábado 20 podían moverse con mayor libertad, Carlos y su hija Valentina recibieron un dato mientras estaban en una estación de servicio.
Les marcaron un sector con movimientos sospechosos y en particular les señalaron una casa frecuentada por “malandras”. Hasta allí fueron pero no consiguieron que nadie los atendiera.
Mientras estaban en la calle pasaba por el lugar el dueño de la propiedad quien les manifestó que era su casa y que se había “metido un tipo” al que no podía sacar. Con su permiso padre e hija empezaron a recorrer el lugar.
+ VIDEO: el ingreso de los imputados a la sala:

Carlos y el propietario revisaban por la ventana un sótano sin observar nada extraño cuando Valentina llamó asombrada por lo que veía en la planta superior a la que había llegado a través de una escalera.
Según contó el padre de Santiago, en una habitación había botellas tiradas, vino derramado y una bandera que al correrla pudieron descubrir una especie de “ritual pagano” con una imagen de San La Muerte. El lugar fue inspeccionado meses más tarde por la Justicia pero no hallaron pruebas vinculadas con el caso del joven de 18 años.
Si bien Carlos sostuvo que no puede asegurar que allí haya estado su hijo cautivo, reconoció que la escena le resultó llamativa. En esas circunstancias volvió a criticar la tarea de los investigadores.
La acusación
Gil y Ramírez están acusados de secuestro extorsivo seguido de muerte. También se les imputa el delito de robo por haberse apoderado del teléfono de Santiago.
De acuerdo con la investigación, el aparato fue manipulado por Ramírez el sábado 20 de agosto de 2022, horas antes del hallazgo sin vida de Aguilera. Asimismo, el abogado querellante Alejandro Dragotto sostuvo ante la prensa que la responsabilidad del imputado no se limita a la utilización del celular del joven.

Por su parte, el fiscal Gonella anticipó que pedirá otros dos agravantes en la calificación legal por los delitos de lesiones graves o gravísimas y la participación de más de dos personas.
Cabe recordar que en un proceso paralelo se resolverá a la situación de Pedro González, Alejandro Altamirano, Lucas Rejas y Marcos Maldonado, otros cuatro imputados que están detenidos desde fines de 2024.
