Con una plaza que lleva el nombre de Catalina Gutiérrez no solo buscan mantener viva su memoria y sino también concientizar sobre la violencia de género. El espacio quedó inaugurado este lunes en un encuentro cargado de emociones.
“Va a quedar para siempre. Habitar este espacio va a ser compartir eternamente algo con Cata”, expresó una de las amigas durante el acto en el patio Norte de la Facultad de Arquitectura, en Ciudad Universitaria.
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Por su parte, Eleonora Vollenweider, la mamá de la joven asesinada por su compañero de estudio, Néstor Soto, aseguró que “ni en la peor de nuestras pesadillas imaginamos que íbamos a vivir esto”.
“La muerte de Catalina nos llena de un dolor profundo, intenso, desgarrador. Estamos quebrados por el dolor, logramos la justicia que buscamos pero no hay condena que alcance”, afirmó acompañado por su esposo, Marcelo Gutiérrez, y su hija Lucía.

La Plaza Catalina forma parte de un proyecto impulsado por tres amigas y Ezequiel García, el novio de la víctima. En el lugar se plantó un ejemplar de ginkgo biloba, conocido como un árbol de la vida, inmortal, que muere solo por cuestiones externas.
“Diseñamos este espacio para brindarle a nuestra facultad y a la comunidad un espacio de encuentro y reunión, siempre recordándola a ella y que se pueda concientizar sobre el hecho”, expresaron.
La actividad se llevó a cabo este lunes a la tarde a pocos días de cumplirse un mes desde la condena a perpetua al femicida.
