Comenzaron los alegatos en el juicio a Néstor Soto por el crimen de Catalina Gutiérrez que se desarrolla en la Cámara Undécima del Crimen de Córdoba. El primero en hablar fue el fiscal Marcelo Sicardi, que fue tajante al justificar por qué considera que el asesinato fue en el contexto de violencia de género.
Para eso, Sicardi leyó una serie de anotaciones que Néstor Soto tenía en su aplicación Notas del celular donde escribía y se respondía a sí mismo. “Sobre la pana esta (por Catalina) no sé de dónde le agarré tanto cariño. Literalmente siento que no se lo merece, no quiero decir que hay gente que es merecedora de mi cariño pero hay personas a las que no trato como trato a Cata. Es una persona tan pasajera”, analizó sobre sus sentimientos con la víctima.
En otra parte del mismo escrito escribió como si alguien le estuviera hablando: “Le diste ese cariño a Cata G., a Orne y viste cómo son capaces de dártelo. Te estás encariñando sin saber por qué”. “Me siento una verga al no poder explicar el por qué de la situación y no poder escapar de la realidad”, agregó y aseguró que era un “cagón” por no poder expresar lo que sentía.
En la misma carpeta de archivos, Soto tenía una anotación del 9 de junio de 2024 (poco más de un mes antes del crimen y del Día del Amigo) sin contenido pero con el título “Amigo invisible Cata”. Para acceder había que completar un usuario y una clave que eran: “amigo invisible cata” y “teamocati” respectivamente.
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Para Sicardi, estas anotaciones y puntualmente el archivo del regalo para Catalina permiten entender que “no caben dudas de que Néstor sentía algo más por Catalina” y que “estaba enamorado”.
A su vez, recordó el episodio de las llaves de la casa de Ezequien García (novio de Catalina) que habían desaparecido de la mochila de la víctima y aparecieron en el Renault Clio tras encontrar el cuerpo de la joven. En ese momento, el asesino empezó a hacer gestos negando la acusación y el Tribunal debió pedirle que no lo haga o sería retirado de la sala.
“La relación de Zaza con Catalina puso en jaque el vínculo con Soto. Soto estaba celoso de Zaza porque Catalina le dedicaba tiempo a él”, sostuvo el fiscal y enumeró los testimonios de los amigos de ambos que relataron las situaciones en las que el asesino se los dijo. También señaló que le hacía “reproches sostenidos y constantes que iban afectando la psiquis de Catalina” y recordó los resultados de las pericias psicológicas que lo describen narcisista y egocéntrico.
Violencia de género
“Queda claro que existe un binomio superior e inferior y Néstor era el dominante”, insistió Sicardi para explicar el agravante de violencia de género y siguió: “Aguilar Soto ejercía una tremenda violencia psicológica con todas sus amistades cercanas mujeres”.
“Esto, según el marco legal y convencional de nuestro país tiene un solo nombre: violencia de género en su modalidad psicológica”, sostuvo. Para el fiscal, hubo un contexto de violencia de género previo al femicidio y ninguno de sus amigos y amigas “lo conocía en realidad”.
Criminis Causa
Acerca del agravante criminis causa, que indica matar para procurar su impunidad, el fiscal Marcelo Sicardi acusó a Néstor Soto de que “se cansó de mentir en su declaración”. “Haberlo hecho como él dice (al crimen) es homicidio simple, cuya pena va de 8 a 10 años, pero si lo hizo como yo sostengo (agravantes violencia de género y criminis causa) es homicidio a prisión perpetua”, expresó.
“Si bien contó cómo la mató, es mentira. Es mentira pero no porque yo creo que lo es”, insistió el funcionario judicial y pasó a enumerar cada punto de la declaración de Soto que no coinciden con la prueba y reflejan sus mentiras, bajo su análisis.
- Cómo entró Catalina al departamento: “Dijo que Catalina entró sola porque él se estaba tardando. No lo muestran las cámaras ni lo dijo él antes en su declaración”.
- Pelea dentro del departamento: Soto relató una pelea de golpes mutuos con Catalina que el fiscal recordó. “La autopsia dejó en claro que le pegó y Catalina cayó. Soto dijo que se sintió una mierda y que ella le dijo ‘me pegaste re fuerte’ y como dos nenes se pusieron a pelear. ‘Me tocó el cuello y la nuez, y yo me pongo muy nervioso cuando lo hacen entonces me puse loco. Hice la maniobra del mataleón y la asfixié’. Como habla tanto, se olvida de las cosas que dice y antes había dicho que era habitual que él y Catalina hicieran la maniobra del mataleón. ¿Pero cómo? ¿no tenía el cuello sensible y lo ponía loco?”.
- Mecánica del hecho: “Es absolutamente incompatible la forma que él describe y la muerte de Catalina. Dice que la agarra por acá e hicieron la representación pero cuando se lo interroga dice que no estaba atrás, que estaba de costado. Y después muestra que estaba de frente. Además es incompatible porque las médicas forenses dicen que no puede haber sido asesinada con la mataleón porque tenía una lesión del cuello de 2,5 de ancho, la forma en la que estaba colocada no había ninguna duda de que se utilizó un lazo”.
- Restos de cinta en las muñecas: “Dijo que le ató las manos con cinta para trasladarla pero no funcionó. Es incompatible porque la pericia dice que Catalina estuvo atada antes de muerta”.
- “Se me apagó el tele”: “No se le apagó el tele. Estaba bien prendido para poder fingir con todos (mientras la buscaban). Lo único que quería era zafar de la situación”.
- Pedido de atención psicológica en la UNC: “No hay registros de pedidos de atención psicológica”.
“Se trató de un manojo de mentiras, manotazos de ahogado para escapar de la perpetua”, sentenció Sicardi sobre la declaración del asesino y también destacó el hallazgo del anillo de Catalina en el departamento de Soto. “Solo se explica por un golpe o un choque de energía muy violento. La violencia de los golpes se ve reflejado en el dictamen de autopsia”, añadió.
Luego, siguió sobre el momento en el que el detenido decidió matar a la joven, según su análisis: “El golpe tan fuerte le produjo el desmayo a Catalina. Es allí que Aguilar Soto hace un click en la cabeza y empieza la motivación homicida. Catalina desmayada es inmovilizada con cinta adhesiva en sus manos. Digo desmayada porque la propia resistencia hubiera impedido que le pueda atar las manos. Y luego la estrangula con un lazo”. “Refuerza la hipótesis del desmayo que previo a la ataduras y el estrangulamiento no hay ningún rasgo de defensa física de Catalina. La autopsia muestra que las ataduras fueron en vida y posteriormente vino el estrangulamiento”, completó.
En ese momento se dio un momento conmocionante: el fiscal reveló que desde hacía días el papá y la mamá de Catalina tenían preocupación por saber si Catalina había estado consciente cuando la estrangularon. “No mamá, no papá, no lo estaba”, les respondió directamente. “Ustedes dirán ¿cómo buscaría impunidad de unos golpes con una muerte si probablemente se iba a descubrir? No es lo que pensó él. No tengo ninguna duda que por su personalidad, con el tele muy encendido, diseñó y ejecutó un plan para sacarse de encima esa muerte”, sostuvo. Después enumeró los mensajes que Soto envió a Catalina y a sus amigos para suspender la juntada. Fingió ante Zaza y luego con la familia en la comisaría. “Está claro que le salió mal porque no tuvo en cuenta la geolocalización de Catalina ni las cámaras de seguridad ni la calidad de profesionales que trabajaron para esclarecer el caso”, señaló Sicardi.

Ante todo lo expuesto, el fiscal remarcó que Néstor Soto “de algo estaba arrepentido y era de que su plan no funcionó más que de haber causado una muerte”. “Mató con violencia de género y mató para ocultar las lesiones que previamente le había propiciado a Catalina”, sumó. Así, lo acusó de lesiones leves calificadas por mediar violencia de género en concurso real con homicidio criminis causa que a su vez concursa idealmente con femicido.
El alegato de la abogada de Soto
A su turno, Ángela Burgos Niño hizo su alegato en el que insistió por la figura de “homicidio simple” y planteó que hablar de violencia de género es “descabellado”.
“Lo voy a defender hasta el final. Él no es un criminal, no planeó matarla. En casación no van a pedir los 25 años que pido yo para Soto, sino que van a darle menos y la vida de Catalina va a valer menos. Se les va a caer la alevosía, la criminis causa. Voy a tener muchos años litigando y este chico no va a tener 25 años ni perpetua porque este juicio es muy flojo”, reprochó.
Luego sostuvo que “todos somos susceptibles y posibles de ser potencialmente homicidas, estafadores” y calificó a Néstor Soto como un “estúpido”. “Es esta generación de pendejos estúpidos. Es la peor generación que hemos tenido, la peor generación de lo que la sociedad nos puede brindar”, argumentó.
Sobre Catalina, insinuó que “Néstor no quiere decir nada contra Catalina porque la va a cuidar hasta el final aunque la defensa mía se haga mucho más difícil sabiendo que hay info que podría usar”.