Los gritos de la mujer pidiendo ayuda alertaron a los vecinos. Minutos más tarde la chica ingresó lesionada al Hospital de Berrotarán desde donde la trasladaron a Río Cuarto. Al mismo tiempo se inició una investigación por presunto abuso sexual que derivó en la detención de dos policías.
Tras ser dada de alta, la joven M.R, de 31 años, relató a ElDoce.tv que todo sucedió el sábado 8 de marzo cuando la invitaron a un after. El encuentro fue en la casa de uno de los efectivos que ahora está preso. Antes había estado en un boliche por el Día de la Mujer, contó.
La chica señaló que llegó sola al domicilio del sargento que estaba de civil y al que había visto en el local bailable. “Vamos a la casa y yo empecé a notar como una situación medio rara. Encima no llegaban las demás personas”, afirmó.
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En esas circunstancias comentó que ella intentó comunicarse con un policía amigo que estaba haciendo adicional en el boliche y que el dueño de casa le terminó quitando el teléfono para comunicarse él con su colega, que también se sumó a la cita con una botella de fernet.
“Me habían dado un vaso de cerveza, yo no sé sinceramente si me pusieron algo o qué pasó. También probé un trago de fernet y en ese momento como que se me apagó el tele”, manifestó la joven, quien declaró que luego sintió un dolor muy fuerte que sería el instante del abuso.
M.R advirtió: “Por el grandísimo dolor yo reaccioné y empecé a gritar y a pegar para todos lados. Me agarraron de las piernas, me quitaron el teléfono porque yo quería llamar. Me retuvieron un montón de tiempo de los brazos. Me tapaban la boca”.

La chica afirmó que estaba medio inconsciente pero que pudo agarrar una botella de vidrio y romperla contra el piso. “Ahí abrí la puerta de un patio y cuando vieron que salí ya no pudieron hacer más nada”, explicó.
En ese momento, mientras pedía ayuda, llegó una chica para auxiliarla. También arribó un patrullero de la comisaría local y una ambulancia que la llevó hasta el hospital.
Detenciones
Al día siguiente, el domingo 9, la Fiscalía de Tercer Turno de Río Cuarto ordenó la detención de los policías que habían estado junto a la joven. Son dos sargentos, de 46 y 44 años, quienes permanecen imputados por abuso sexual.
La joven indicó que en Río Cuarto le realizaron múltiples estudios además de brindarle asistencia psicológica. Destacó a su vez la rápida respuesta de los investigadores. “Antes de que yo declarara, ellos ya estaban presos”, señaló al comentar que ni siquiera había llegado a denunciar.

“Son demasiados daños psicológicos y físicos”, advirtió M.R. “No solamente tuve daños morales terribles. Yo ahora me tengo que mudar sin mis hijos porque yo no me puedo ir a otra ciudad con mis hijos de golpe”, planteó.
En ese sentido, cuestionó la falta de contención a nivel municipal. “Vinieron a querer traerme un bolsón y yo lo que menos necesito es un bolsón. Como que me dieron la espalda”, expresó.