Una vez más, los testigos del juicio a Néstor Soto por el crimen de Catalina Gutiérrez coincidieron en la toxicidad y la intensidad del vínculo, en el enojo del causado por el noviazgo de la víctima y en la actitud que tuvo la noche del asesinato.
En la quinta audiencia declararon Lucas Achen, Agustina Elías y Ulises Balián. Los jóvenes integraban el grupo de varones con Soto y la chica era parte del grupo de cuatro amigas que tenía Catalina. Todos se reunían y compartían tanto en la facultad como afuera.
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Los tres coincidieron en que la amistad con Catalina era más intensa en 2023 que en 2024. De acuerdo a lo que relató Achen, Soto buscaba tener “su espacio con Cata” y Elías aseguró que era “controlador con Catalina”. “Catalina se cansaba y nos mostraba los mensajes, al último (tiempo) estaba cansada”, sostuvo.
En el mismo sentido, Balián dijo que Soto “no entendía que Catalina estaba de novia”. “Quería juntarse más y se lo reclamaba. Él me contó en 2024 que él sentía que Catalina ya no le daba atención a él, ni tenía tiempo para él”, añadió.
La actitud de Néstor Soto mientras sus amigos declaraban en su contra era de desinterés y sin muestras de arrepentimiento. Estaba sentado mirándolos, teniendo su cabeza con una mano. Así permaneció durante los tres testimonios, actitud contraria a la que tuvo cuando se leyó la autopsia o cuando declaró la mamá de Catalina, momentos en los que miró siempre al piso en señal de vergüenza.
Ataques de ira
Néstor Soto protagonizó escenas de ira y enojo cuando, según sus ahora ex amigos, no se hacía lo que él quería o algo no le salía bien. Por un lado Achen recordó que lo insultó cuando le dijo que habían decidido jugar un juego de mesa y el asesino quería jugar a otro.
“Se paró rápido, me insultó y se fue rápido. Nos quedamos desconcertados porque fue un impulso, fue de golpe”, expresó y siguió: “Fui al patio, se puso a llorar. En un momento cuando ya estábamos hablando golpeó el suelo del borde de la pileta con mucha fuerza”.
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Agustina Elías también contó que Soto les dijo que había roto el horno de su casa en un momento de enojo. “En su momento no le dimos mayor importancia y ahora lo ves desde otro lado”, sostuvo. Las situaciones se sumaron a la rotura del lavarropas que contaron otros testigos en audiencias anteriores, el cual rompió cuando no le salió una actividad de la facultad.
Los jóvenes fueron consultados sobre cómo veían a Soto en la actualidad y Achen no dudó: “Es un femicida. La traicionó a Cata, la hizo entender que eran amigos y que confiaba y la traicionó. La mató sin piedad, es un cobarde”. A su vez, dijo que las otras amigas con las que tenía una amistad similar “tuvieron la suerte de hacerle entender que ‘hasta acá’, no hay más allá de esto y Cata no tuvo esa suerte”. Balián en cambio admitió estar nervioso por su declaración y sostuvo: “Me cuesta mucho enfrentar que un amigo es un asesino”.